Hace 4 años un grupo de amigos decidimos dar un paso al frente y configurar una candidatura a la presidencia de Las Mestas del Narcea ante la certeza de que, quien había regido los destinos de esta sociedad durante 18 años con mucho trabajo y empeño y con momentos buenos y momentos malos, no iba a continuar pasase lo que pasase. En un principio, yo personalmente me interesé pero, en un momento dado decidí que no tenía ganas de esa responsabilidad pero varios factores y varios amigos me animaron a que lo intentase.
Conseguimos formar una directiva de amigos hace 4 años que nos convertimos en mucho más que amigos 4 años después, empezamos la andadura al frente de la sociedad con unos primeros meses de los más duros, en el aspecto personal que viví en toda mi vida, con errores de principiante, compensados con la mayor ilusión ya que pensábamos que lo que teníamos entre manos importaba, y mucho.
En estos años hemos encontrado mucha gente que merece la pena y hemos llevado desengaños anunciados con gente que decía llevarse mal con la anterior junta directiva, que por cierto, nos alertó, pero que la realidad fue que desprendían y siguen desprendiendo un odio visceral a todo lo que significa y representa Las Mestas, aunque tengo que admitir que son una mínima minoría y que hemos recibido y seguimos recibiendo el apoyo incondicional de la practica totalidad de la masa social de Las mestas y lo que es más importante, hemos sabido hacer llegar el «MENSAJE MESTAS» a toda la geografía nacional y a muchos otros países.
En cuanto a los sentimientos, nos hemos encontrado ilusión, esfuerzo, interés, compañerismo, amistad y muchas cosas más que harán estos años inolvidables, pero claro, también nos hemos encontrado envidia, odio y mentira, casualmente proveniente del mismo sitio, de una sociedad sin criterio propio con un presidente desaparecido y un vicepresidente, desquiciado por no haber podido gobernar el barco que tengo el honor de gobernar yo y con un odio que le impide trabajar por la localidad a la que representa y que por cierto tienen al borde de la extinción en cuanto a trucha se refiere, porque ni pueden, ni saben y me atrevo a decir más, ni quieren hacer nada que no sea impedir que Las Mestas haga algo para evitarlo. Cada vez más y más socios de Las Mestas de Cangas del Narcea nos piden que hagamos algo por evitar la debacle pero la realidad es que no podemos porque estamos atados de pies y manos, por una absurda prohibición, basada en un dudoso estudio que dice que las truchas de Las Mestas no son aptas para esos ríos. El alcalde de Cangas tiene encima de la mesa mi compromiso de que , si desbloquea esa prohibición, el año que viene Las Mestas destina sí o sí 200.000 truchas para sus ríos. Claro está, nos encontraremos con la oposición de los de siempre, aquellos que prefieren que desaparezca todo a que Las Mestas sea la solución, pero lo que está claro es que la pelota está en el tejado del alcalde y él será quién tenga que decidir.
En cuanto a la mentira, tenemos que darle el premio al que piensa que en «Asturias hay salmones para regalar», que no sale de una para meterse en otra más gorda y que aparte de sus teorías sobre la pesca, más que cuestionables, miente cada vez que habla. Como yo estaba en el consejo y Las Mestas fue la que propuso la talla máxima para el salmón de 85 cm entiendo que la afirmación de que esa propuesta la hizo una sociedad sin pasar por su asamblea de socios va dirigida directamente a nosotros. Desgraciadamente hay gente que está más preocupada por las peticiones de Las Mestas para oponerse a ellas que de presentar propuestas razonables y coherentes y indagan hasta conseguir que alguien les cuente lo que pasó, pero luego mienten como profesionales, pretendiendo dejar en evidencia a mí como presidente y a la sociedad que represento. En este caso concreto la propuesta partió del socio Francisco José Ruiz González, socio 792 de esta sociedad votada y aprobada por la asamblea. Reto desde aquí a cualquiera a que demuestre que esto no es cierto y pongo mi cargo a disposición de la masa social de esta sociedad, presentando mi dimisión en la próxima asamblea si un sólo socio demuestra que esta propuesta no pasó por la asamblea.
Un saludo y muchas gracias.
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